El título de esta entrada os va a dar una pista: ¡sigo sin familia!. Pero la verdad es que no es nada nuevo. Cada vez falta menos para marchar, y cada vez somos menos los que quedamos sin familia. Espero que nos la den pronto, o sino, se que a mas de uno le va a dar un ataque de ansiedad. Matizar que me incluyo en ese hipotético grupo 'mas de uno'.
Ayer hizo cinco meses que me concedieron esta beca. Y la verdad es que en estos cinco meses pasaron bastantes cosas. Desde emocion y nervios, pasando por papeles vacunas y quedadas hasta dudas existenciales sobre Atlas.
Hace unas semanas dimos un pasito mas en nuestra aventura americana: obtuvimos nuestro visado J-1 de exchange student para estudiar un año en los Estados Unidos. Y para hacer eso hay que ir a Madrid. Qué viaje nos pegamos. ¡Qué viaje!. Corto pero intenso.
Salimos temprano, muy temprano, del aeropuerto de Santiago de Compostela en un avión con 70 adolescentes, unos durmiendo, otros hablando y contandose cotilleos y otros mas durmiendo. En menos de nada llegamos a Madrid y en un bus para la embajada. "Calle Serrano, 8:47 am, 70 adolescentes se mueren de frio haciendo cola pegados a la pared en fila de uno a las puertas de la parte consulado de la Embajada los Estados Unidos." A eso de poco antes de las 10 ya teniamos nuestro papelito que hay que guardar como oro en paño que te permite residir (legalmente) en ese país.
Entonces pues nos dirigimos a un hotel donde tomamos un pequeño (muy muy pequeño) tentempié, tuvimos una charla con una representante de la embajada y después con antiguos becarios que se encuentran estudiando en Madrid. Una mañana muy productiva, ni cabe decir que a eso de las dos estabamos en Barajas buscando la puerta para embarcar de regreso a Galicia. Puerta 97. Nota 1: hay 99 puertas. Nota 2: la T4 parece ser que es muy grande.
Tras un vuelo que recuerdo normal (me pasé la mitad medio sobada) aterrizamos en Lavacolla y a eso de las 6 ya estaba en casa estudiando para el examen del dia siguiente. #VidaAjetreada
No hace falta decir que fue un viaje estupendo, rodeada de toda esta gente que, aunque son plastas, se les acaba cogiendo cariño al final.
Espero poder escribir pronto con novedades. Mientras tanto, ¡a seguir actualizando el correo!
